Hay razones para el pesimismo, pero por eso es tanto más necesario abrir los ojos en medio de la noche, desplazarse sin descanso, ponerse a buscar luciérnagas.
Georges Didi-Huberman. Supervivencia de las Luciérnagas
Y, ante todo, ¿han desaparecido verdaderamente las luciérnagas?
¿Han desaparecido todas? ¿Emiten aún- pero ¿dónde?- sus maravillosas señales intermitentes? ¿Todavía en alguna parte se buscan entre sí, se hablan, se aman, pese a todo, pese al todo de la máquina, pese a la noche oscura, pese a los reflectores feroces?