En las tardes azules de verano iré por los senderos,
picado por la trigo,hollaré la hierba menuda;
soñador,sentiré el frescor en mis pies,
dejaré que el viento bañe mi cabeza desnuda.
No hablare, no pensaré en nada:
pero el amor infinito me subirá al alma,
me iré lejos, muy lejos,como un bohemio,
por la Naturaleza- feliz como una mujer.
Marzo 1870
2 comentarios:
Si las aguas del río bajan de las montaña cubierta de un denso bosque nublado, la piel más que fresca, esta pronta a la caricia.
Gracias por tu amable visita, pasa por debajo de mi lengua cuando quieras.
Saludos
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