31 dic 2011

La Doctrina caliente


Nada de ortofotografías de miles de páginas. Tenemos que convencer a medida que esto se va gestando, que lo que le rodea es un paisaje psicológico. Donde prevalecen las impresiones que causan las cosas y no tanto una descripción precisa del lugar puesto que es tarea absurda. El paisaje es psicología. La casa es psicología y aproximación a la impresión del recuerdo de lo pensado sintiendo el ahora.  Como si fuera un laboratorio de pruebas pensadas o el lenguaje como una ecuación especifica a cada reacción. Si velamos durante todo el tiempo por esto no tendremos que poner fotos a nuestro pasado. Nos envolveremos en un tumulto de emociones y daciones de una mente que recrea cada momento como un momento único venga del pasado o del futuro o siendo presente, como un presente polimorfo, absoluto y anterior al big-bang. Algarabía, caos y una canción repetida una y otra vez sin ser la misma.


Como siempre el ciprés que nos regala una sombra ridícula pero intelectualmente, visualmente rica de dolor y de un saber que se alarga. Por ende veo crecer los cipreses a mí alrededor.

La Doctrina caliente

Incapaz de poder en tanto que se trataba de una idea periférica. Un grafismo, una flecha señalaba la parte del cráneo que parecía ser el origen.
En tanto que a su debido tiempo todo deje de ser un principio a la espera de una catástrofe. El  espesor del cristal protegía contra el frió que imperaba fuera. La baliza y lo demás, aunque no creo que una caja de cristal sea forma de protegerse no había otra cosa. Juzgamos mal las ideas y el resultado material de estas. No es tanto el frió imperante lo que hace de esta descripción un lugar como una caja de cristal lo suficientemente grande para albergar a una persona a una cama y una silla. Creo que el entorno al que me refiero viene dado de la mano de un bosque que no lo es tanto o quizás un terreno amplio en las cercanías del bosque. Con un aire polar y las ramas cargadas de la helada del amanecer la respiración es necesaria para impedir que el cristal se congele y acabe sucumbiendo en un quejido de cantante de ópera. Existen los países tropicales. Existe una calle bulliciosa donde poder sentir a la gente metidos en sus gruesas ropas comprando comida en puestos ambulantes. Comida caliente que emana vapor caliente en toda la napia. Respiremos ese aire caliente. Existe una mesa de madera maciza  iluminada por una anaranjada luz. Habiendo una papaya en la mesa  reposando. Alguien la hace girar y la observa apoyando la barbilla en la mesa. Paralaje completa lo anteriormente dicho y añade otra capa más con las que revestir nuestra identidad narrativa. Una proclama en toda regla: “No te canses chaval”. O por lo menos no te contamines de lo que no es. 



25 dic 2011

El miedo hunde a los cuerpos no así la materia de la que están hechos

Y su frigidez marchitante. Se me presenta como un hombre anciano, rudo y campesino que encuentra en la orilla del mar flotando una piedra de ámbar.Se sonríe entre dientes de oro, poniéndola hacia el oeste, contra el sol y los rayos a través del ámbar llegando a la cara del enjuto viejo color anaranjado, sin trucos; esa luz es Georgia. El  deletéreo ocaso, cañones de asedio.                     

(1)

John Table 

24 nov 2011

1888. La Costa

                                                                                                       
Ich bekenne mich zu dem Geschlecht
Das aus dem Dunkel ins Helle strebt.
Yo me confieso del linaje de esos
que de lo oscuro hacia lo claro aspiran.

Era una playa […]  donde situó el sillón de lectura cuan gigantesca ballena varada.
 Las patas se hundieron ligeramente al llegar la débil ola. La doblez de las patas recurriría a la forma de un desembarco donde miles de hombres morían antes de pisar tierra firme. Muriendo en un obsolescente ambiente gris del cielo como por un intenso verdor de la hierba no disimulable por el despiece de cadáveres mutilados de miles de soldados.
¡Qué bien se sintió estando en aquel momento! – Sentado contemplando el Océano -  Siendo ese sillón una ballena que yacía en la orilla asfixiada por su propio peso.
 No trató de pensar más bien arrugó la cara y dejo que los inmisericordes aires le erosionaran tanto como fuera posible.  Cuando pensamos en la geografía erosionada del rostro nos llega la idea de un Beckett lleno de arrugas profundas posando detrás de un oscuro fondo.
 De rompilón cayó de lado y todo ese lado se mojo y se lleno de arena. Una de sus orejas mojadas con una pizca de incomoda agua dentro del oído con el rostro por la mitad con arena y el pelo caído y mojado por otro lado aun seco donde la brisa marina dejaba claro que estaba seco y que no. Los labios rosáceos en un rostro pálido fueron el motor de la imagen de correr con las botas puestas hacia el mar.
 Cuerdas y toda clase de harapos de los barcos pesqueros estaban diseminadas a lo largo de todo el litoral.

 El paisaje era circular absorbido por un vórtice que quizás alguien había provocado al quitar el tapón de un lavamanos lleno como si cada imagen fuera un tipo de proyección sobre otra imagen o como si el hombre fuera un analogista que estudia las relaciones entre todos los objetos, entre todas las cosas.
 De entrada estar sentado cerca de la orilla del mar le hacía sumamente feliz. Arrojaba esperanza ver como desde el sillón veía la marea retroceder.
 No sabría precisar cuántas veces lo vi bailar alegremente, lo vi deshilachar y bailar como digo sumamente protegido por aquel habitad de soledad perpetua.  Al llegar la noche regreso  pero se volvió loco antes de poder volver. Fue una sorpresa verlo al día siguiente con un chubasquero amarillo y toda la parafernalia de la ropa, esgrimiendo: pantalón grueso, bufanda, jersey de lana, guantes de cuero, gorro, calzones largos, calcetines de algodón, botas de caña alta de tipo militar, parapeto, cinturón de duro cuero con hebilla de latón, ovillo de cuerda de esparto, un macuto para albergar una navaja de corte providencial, cerillas, bote de cristal con grasa de ballena, guantes de repuesto, gafas y algo de comida. ¡En ese macuto nunca cupo un maldito diccionario, gracias a Dios! Supongo que cogió un viejo megáfono de latón que encontró por ahí y me dijo algunas cosas sabias sobre el amor, la vida y demás detalles, pero lo cierto es que desde mi distancia no le pude oír nada tan sólo sentí el paso de un buque a lo lejos donde el capitán observa desde la cabina de mando el melancólico calor que emana la luz del faro pensando en el cuerpo desnudo de su mujer, abriendo los labios para descubrir un hermoso coño rosáceo.
 Quizás nunca lleguemos a comprendernos los unos a los otros ni tan siquiera al ver las mismas palabras, las mismas expresiones escritas por varias personas. Podemos vacilar en recurrir a ese ejemplo como virtualmente un abismo de cercanía al que le caerá la culpa de un buen convenio lingüístico, puede que vivamos  y vivimos en una fortaleza extraña que se dice del sentir hacia los otros es un alegato a esta sensación de sentir la soledad… abigarradas sensaciones como el amarte y pensar en vosotros con dulzura volviendo a que esa sensación es la evidencia de un reino solitario, yo no me fijaría en esto si no en esa otra imagen que nos ofrece la voz humana, la desnudez de tres cuerpos juntos o determinado pensamiento azul; albergamos un verdadero sentimiento de comunidad de estar con los otros si sabemos escucharnos, si sabemos sopesar los ruidos y todo eso reconociendo que vivimos en una cretácica playa. 1880. Su mente como una franja de costa; cretácica, árida. Su amplia frente un acantilado enfrentado contra lo eterno y lo efímero. 
John Table

8 oct 2011

Postales desde Puerto Hungría

¡Creía que era ensoñación! 




29 ago 2011

El viejo riel...




John Table 



Cada etapa se consagra a si misma… ya lo veras 

  

22 ago 2011

La cosa real/die Sache selbt


Y ya no habrá muerte, ni llanto, ni gritos, ni fatigas, ni arte, porque lo anterior ha pasado (…) Mira, hago nuevas todas las cosas.
Saben, hace tiempo que me quedé sin voz, ahora sólo atiendo a otro tipo de motivaciones. ¡Qué cosas tiene la vida y que pantufladas!. Ando siempre buscando palabras como infladas de aire. Que se digan como que te ríes y  tienes ante ti una verde pradera y un cielo azul puesto recto y soportado con tablas en forma de escuadra por detrás ¡qué pastoso!, ahora la voz no está pérdida pero en consecuencia no terminare nunca jamás esos quince o más relatos, historias que no sé. No sé por qué razón hago hincapié en este detalle.  Bueno sí. Ahora podemos comenzar por lo que tengo. ¿Qué tengo? Supongo que algo como un diario. Bueno tengo una voz que nunca perdí. Ahora descansamos en los asientos y te miro y hablamos justos sobre todo tipo de cosas. Afloran en mi cabeza un montón de dudas. No es grave. A ratos tengo severas dudas sobre todo. Otras me pierdo. Disfruto. Placer. Ella a ratos es más escurridiza que yo mismo. No le gustan las definiciones ni hacia afuera ni las de los diccionarios. Que tengo en cuenta que por una parte se lo cree, por otra sus motivos son preventorios donde por no definir todo puede entenderse. En esto yo ando más burdo  por la parte de la inseguridad y por la otra parte. En realidad los últimos días hemos alcanzado como lo hace el azúcar en la taza del café; el lecho. Ahora estamos mezclados los dos. Ahora por lo visto voy a un país el cual nunca pensé en conocer. Hablo de forma ajena como si no supiera, como si todo fuera relativo. Ahora por lo visto. Ese tono habla por sí solo. Lo meto yo por una forma propia, por un tipo de visión personalísima.  Es rutilante. Poco a poco matando. Con golpes locos. Pretendo, después de todo conversar con usted. Intento no pensar a la hora de escribir es pues el resultado... como decirlo; menos ordenado. Más preciso del modo que lo es el sicoanálisis callejero y la santa intuición de ir lanzando definiciones sobre la gente en los bares. De baño exiguos.  Espejo para mitómano. El cristal ha sido sustituido por el retrato de un personaje célebre, dando así al usuario la impresión de que él Es el personaje. Gran selección de retratos.  Me está sucediendo ahora mismo, aquello de la idea exigua, la… ¿cómo llamarlo? … ¿fuerzas erótico destructivas? No lo creo pues tampoco pretendo hacer saltar por los aires el universo formal…Creo que siempre supe de que se trataba, no pude no verlo venir, y claro que nunca quise evitarlo- ¡Nunca!- hasta que me toco. Redimir la catarsis. Cegada la catarsis, sin resistencia ni sumisión me dispongo a amarla. Ahora mismo  si pudieras ver mi cara como de indignación final de que todo me da profundo asco pero tan sólo se trata de carantoñas delante del ordenador (…) 

John Table 

11 jul 2011

EL MARXISMO BUDISTA o la verdadera inmolación donde confluye el yo y todos ellos.



               Ahora no entiendo, no puedo comprender toda la mierda encriptada de la poesía posmoderna, me mata y me ahoga ese significado metafísico de alquimista que me recuerda por otro lado al falseamiento absoluto de los románticos, eso del sentir. Sentían en el desamor o en el  extremo que tenían con el capricho de lo imposible, sacando su ego herido para un mundo al que no estaban preparados y al cual mataron de desamor bobo. ¿Que sientes cuando caminas acaso? Acaso tu vida es ese discurso raro y amorfo de sonoridad libre irracional con mensaje oculto o de las mentes del nuevo lenguaje en búsqueda de nuevas formas de expresión sobre los mismos temas de siempre. Capullos estetas que para poder mover al mundo cambian su fachada para hablar de lo mismo.  ¿Es eso? Quizás no. ¿Ciclos? Quizás tampoco. Son los nuevos lenguajes formas más libres sin ataduras superficiales de esnobismo y súper-ego. ¿Cuánto calla el artista moderno? Poco quizás.

¿Cuánto calla Manuela que sufre de una triste vida y el niño que espera cosas? ¿Por otro lado que buen samaritano soy verdad? Cuanto más nos alejemos del discurso innovador, aquel que supuestamente es el de nuestro tiempo más sobradamente estaremos hablando con el mayor de los atributos que se le puede otorgar a las artes; el no esperar nada. El sacar la mierda. Lo otro, por Orfeo que son alardes de expresión de una mente llena de esperanza y ganas de contar al mundo las cosas de una forma pueril y comercial. Los lenguajes se intuyen milenarios. Por no decir; son milenarios.  Nos persiguen con desidia.   El desafío no está tanto en la innovación técnica si no en desprender a los sentimientos de la esperanza y la estética, de darle al lenguaje un aspecto más personal desde el punto de vista impersonal que persigue a la humanidad y a sus genios que con genialidad exaltan la voz de todos y callan tanto otros tantos, que no quieren hablarle a la humanidad en libros ni en cuadros ni en nada.  La cargas explosivas se pusieron hace mucho tiempo ahora después de mucho tiempo sabemos que no tendremos valor de hacerlas volar por los aires pues sería una inmolación de nuestro propio yo. Un suicidio altruista que esperamos  leer  en alguna desgarradora biografía para comentarla con un amigo.   Ahora y siempre. También queda patente un aspecto que siempre creímos sagrado: salir al exterior.  Debemos salir incluso no debemos salir pues lo que nos queda ahí fuera es cuanto menos hacer de los sentimientos carne de mercado, de galería, de venta de cartas, de ropa chachi,  de admiración y cartas donde conocer a ese artista al que tanto admiramos cuan cargado de idolatría que corrija toda nuestras inseguridades de seguir el rumbo. De unas fotos con los amigos en sus estudios sabiendo que un día serán impresas en libros de Tachen. Donde en el borde inferior izquierdo escribirán cualquier chorrada sobre ese momento importante que cambio para siempre el rumbo del arte.  Tan cerca esta de la vil y sana idea de saberse quien es uno mismo y el durísimo viaje que este ha de ser.   Tan fácil como buscar en los demás lo que nosotros no supimos sacar a nosotros mismo dejando de lado nuestra propia biografía y teniendo en cuenta a todos esos libros de donde sacaremos posturas y postulados de cómo ser persona artística. ¿Mamá tu eres artista? ¿Y usted señor, lo es? Que putos somos y qué fácil es salirse de la senda.  ¿De qué forma podremos salir hacia afuera sin ser hijos de puta de nuestro tiempo? No sé si pudimos elegir, sobre eso de correr contra uno mismo y la leche cargada de pus que nos dieron al nacer. No tardaremos en ver nuestros libros en las librerías y que se hable de nosotros, eso está claro. ¿Cuánto calla el artista moderno? Poco quizás.  ¿Cuánto calla la filosofía? Poco quizás.

Será que quiero que no me toques.  El hijo de Theo Van Gogh ¿Papá, papá, por qué el tío Gogh espera cosas de los demás?  ¿Papá es verdad que es divertido ver sus cuadros en los museos para ver lo divertido que es prostituir los sentimientos de los demás?  Theo Van Gogh: Creo que Vicent, mi hermano, tu tío,…era un holgazán de primera, tú no has de seguir sus pasos ¡Me has oído! ¡Papá tengo mucha pena por el tío pero también creo, papá, que necesitamos de gente como el tío para poder disfrutar de la vida! ¡Ellos llenan los museos para que podamos venerar la locura humana! ¿Verdad Papá? Papá cuando muera quiero que me entierren junto a nuestro pajarito. Sobre los pájaros: Estoy en la jaula, estoy en la jaula y nada me falta… ¡Tontos!  ¡Tengo todo lo necesario! ¡Pero por Dios con minúsculas, necesito la libertad, ser un pájaro como los demás!

EL MARXISMO BUDISTA o la verdadera inmolación donde confluye el yo y todos ellos.
Término acuñado por el afamado artista que unificara el saber de la búsqueda  (El sufrimiento puede extinguirse cuando se extingue su causa) con la lucha de clases y exaltando la sociedad ideal como aquella  sociedad libre, comprometida y carente de egoísmos tales como el derecho a la propiedad privada. Tomando como partida y final la búsqueda del nirvana. Donde el individuo como tal tiene un espacio enorme (noble óctuple sendero) y donde su alias se pierde para siempre en los anaqueles de la súper-masa hormiguero, que salvaguarda y desvincula a los hombres de todos sus apegos ancéntrales. Por lo tanto en este modelo de sociedad el arte seria abolido de forma total, pues esos individuos no se verían en la necesidad de salir hacia afuera si no de emprender una búsqueda interior sin nombres y sin biografías. Todos unidos bajo el poder de la dictadura del proletariado, sin atributos ni fanfarrias de vanguardia. Si intuyes la levedad pronto callaras pero si intuyes la levedad y sigues adelante pronto serás un afamado artista lleno de billetes y gachís que te sepan abrochar los botones. 

John Table

30 abr 2011

Del discurso autogenerativo postmoderno-de la línea del movimiento al que pertenece-de la línea del movimiento al que pertenece 2-arte procesual-puta puerca

Opinó ahora que la veía desde fuera, varada, muriendo aplastada por su propio peso que la asfixiaba que aquello que eran sus costillas serian las paredes de su casa, que aquella pastosa grasa sería su lumbre y entre otras cosas estaba en el paraíso.  En su cretácica playa.  Grasa, huesos, carne, piel. 

Y digo, que esta es la historia de una llanura donde a lo lejos se divisaba una línea de árboles. El llano tenía una amplitud que abarcaba el horizonte cerrado por la línea que se intuía de cipreses. Era una inmensa planicie donde crecía el trigo. Tiempo atrás cuando se taló el bosque se dejaron dos árboles sin cortar. Pues quiso la gracia del leñador dentro de todo aquello un algo de su poder y del odio hacia la frondosidad del bosque; hacia la frondosidad de lo finito. Dos árboles erguidos uno en frente del otro, de noble porte; cascados por la milla y el trigo. El invierno era para estos dos árboles en su forma expresiva una soda quirlatada contra copos de nieves absolutos. Se pudre la madera, era una música terrible sin techo. Pura corteza.

AL DETALLE. Música para todo esto, de porte bajo con detalles de una voz que lucha descarnadamente.  Afuera la vida es una calle que termina en un espejo tan duro como las costillas de Mateo. Vemos desde dentro de la casa la operación: la papaya partida por la mitad brillando con luz propia, al fondo un televisor  donde se ve un ocaso al que atribuiremos a una compañía de seguros.


Tengo que pensar fácil. La repetida canción que me acerca a la claridad de expresión. La letra me navega al pasado, no es una letra del futuro es una letra del pasado inmediato. Qué lejos han quedado esos segundos atrás. Pego algo en la pared y que lejos ha quedado. El espacio donde en la oscura noche navega el tiburón muy cerca de los peces. Los peces en la oscuridad. Mirad lo que nos queda cuando cerramos los ojos. Mirad como se nos presentan las cosas cuando cerramos los ojos (PANTALLA CON OJOS CERRADOS) ¿Que nos queda? No nos queda la televisión. ¿Cuántos años recordara el condenado en la caja oscura las caras de los suyos? Se le vera despertar de sopetón nervioso llegando a su mente lo que estaba soñando; eran las caras de los suyos. Los veía caminar por la calle como unos peatones más y el saludándolos con febril alegría. Ellos no sabían quién era. Sus rostros se aceleraban en unas líneas raras y rápidas que no dejaban saber quién era quién. El miedo a olvidar las caras de los suyos es el despertar en el medio de la celda oscura. Que no se te apaguen los recuerdos. Es tan ridículo el pensar como era mi antigua casa, allí en el viejo valle. ¿Cuán verdadera es la descripción que hace un autor de su casa y de su infancia? Dice tener palabras y adjetivos tales que construyen ese mundo. Dicen algunos que incluso el libro describía perfectamente la imagen de aquel lugar. El autor había sabido captar la visión. Resulta ser un encuentro y un paso aceptado por el otro, el que lee las palabras escritas y le da libertad total a esas imágenes. Que peligroso eso de ver la obra escrita en la viva imagen del cine. Contad con la aspereza. Punto. Yo puedo ponerme en situación y ver en toda esa oscuridad la cara. La cara cogiendo volumen. Quizás alguien desde otra dimensión desconocida se golpea contra la tela negra que ven mis ojos, y su rostro se pueda ver por momentos mientras este se choca contra la tela. La suave tela se adapta a cada pliego de su piel dándonos detalles exactos de quién está detrás, al otro lado desde los parpados bajados y el golpe contra la tela negra que separa dos dimensiones. La imagen escrita. Dime padre. Volvemos con Él, que está en la oscuridad. Atrapado. Que pasa. Que, dime. Que cuando. Las palabras. Las  paredes eran gordas. Se habla de libertad. El desierto en la plenitud de la noche llega a dejar solo a cualquiera. Que no quiera dejar. Dime perra. Tú love. ¿Y eso de cristal river? ¿Qué dices a eso de cristal river?


John Table

16 abr 2011

Creemos significativa, aunque no conmovedora



                                                                                               
                          & 


Claro, claramente que a medias partiendo desde: entonces no quieres decirme que te pasa, dime, entonces no quieres que 
te ayude. Mira realmente lo fresco de la cobertura, del amor, de llorar borracho no es más que eso , tú estás en tu cama y yo en la mía habidos de amor, sedientos cómo la  señora que vimos antes en el bar, ella sabía no podía no faltar en esto, esa imagen que siempre recordé de veces anteriores de otras existencias -sí- aquello del plato genérico de bar-restaurante con esa sopa servida tan amarilla y el ruido de la sopa con la boca y todo eso la peluca que tal y ella al fondo del bar bebiendo aquella sopa. Sabes Ana que te quiero y te adoro lo cual no significa que no me gustes, lo sabes ciertamente pero claro después de todo aquella chica del bar escandinavo... me hubiese gustado revolverme con ella no tanto por su físico sino más bien por eso por revolverme con ella como si tuviéramos aceite entre los dos y ella contándome el porqué de su corta vida pero claro ahí me daría cuenta que te amo; no en realidad amo los momentos contigo . Si creo que es eso, te amo cuando estoy contigo pero cuando no lo estoy no te amo.  Ahora se cosas, ahora y antes. Cierto que ayer fuimos el uno con el otro dulces, groseramente dulces no a pesar de eso no deje de mirarte las tetas no muy a mi pesar toque algo tus manos, la mancuerda, que eso, que en fin que siempre es eso contigo. Me gusta tu gesto de sorpresa y me gusta y me fascina ese punto de sentir igual. No tengo más que decir. Pasemos por alto que ahora no estoy contigo y no puedo amarte.  Nomenclatura. Sabes, creo que volveré al bar y le preguntare educadamente a la camarera que si quiere revolcarse conmigo. Es escandinava ¿y Yo? Y yo soy latino; ya sabes un toro empalmado por el turismo metiéndome billetes por todo mi cuerpo bailando como una furcia para que me veas, Ana.

Al final siempre lo evito, evito el tema. No te quiero y te lo quiero decir con amor, tu no me has preguntado eso pero se,  es el volumen de la música y aquella tranquilidad tan tuya que persigo, me gustaría morir contigo con la jeringuilla y el chute, si, hablo de eso de esa pareja de yonkis. Seriamos tan felices dentro de ese mundo, yo no te pegaría, yo no. Robaríamos juntos, dormiríamos juntos en colchones raros a sabiendas de lo que los otros dirían de nuestro ser pasado cadavérico. Pero qué coño en ese sentido si eres mía y te quiero aun no sé si te gusta esas cosas pero joder me gusta tu vida, me gusta y encajo bien: tu media buena, decente con un pelín de tragicomedia y yo eso lo otro, el marido que exteriormente es lo peor, ellos dirán: ella es buena y una gran mujer pero su marido es un mierda y tu y yo haciéndonos los sordos. Joder Ana por eso creo en ti, seriamos perfectos.  Luego están las imágenes de Fran con el mechero pegado al ojo mostrándonos sus pequeñas pupilas de yonki, Ana amor.  Creo que deberíamos infantilmente y estúpidamente y gratuitamente entregarnos a una vida juntos de la mano y dedicarnos a ello con furor, hablo del tic tac del reloj de cocina y del café viviendo juntos en casa con el sonido del reloj por la mañana tan mortal y dañino pero. Lo cierto es que quiero revolcarme con la chica del bar, ella tal vez quiera. Eso nos une el saber que no. ¿Ayer te bese?
Joder Ana quiero entregarme contigo a una vida muy concreta llena de fracaso y mal olor de sonrisas y sicólogos pero porque quiero eso tan sólo contigo, es eso. Yo suelo hablar de cosas pero contigo quiero esa vida rara, mal oliente, quiero sufrir de antemano.  Y ahora que tú te mueres como todo eso del cadáver y el sujetador tú desnuda muerta y fea y yo lavándote  con tú champú hablo desde fantasía. Ana, descansa en paz. 

28 feb 2011

Objeto idea



Objetos luminosos: bola del mundo lámpara. Pecera con luz. 

Un salón austero con escasos muebles. La habitación permanece a oscuras a excepción de la luz del acuario.  Alguien da de comer a los peces. Apenas podemos ver el  semblante de esa persona. La persona se queda ensimismada en la habitación mirando la pecera. (Unos 25 minutos) La persona comienza con lentitud a difuminarse, a desaparecer. La única visión que tenemos es pues la de la pecera y sus peces.  La pecera es realmente una pantalla, la pantalla es nuestro elemento; el que nos hará rotar por la historia. Ahora tenemos un pez fuera del agua que da saltitos, coletazos, buscando aire líquido que no encuentra. Entre bocanadas nos llega una fugaz imagen de un anciano desdentado al que forzosamente le dan de comer un puré en la residencia donde vive. La mitad del puré se cae por la ropa del anciano.  Se para la luz y aparecen las tres verdades. Rostros iluminados con linternas.  Son rostros con una peculiar geografía.

                                              ***
Verdad uno  canta una bella canción. Le acompañan seguidamente las otras dos verdades. La canción habla de una estrella lejana que da poca luz.  Lo intimidad como el máximo exponente de la individualidad, como máximo exponente de la vida. Relegamos de esto. Suma contra resta de aquellos, de la realidad personal como una realidad superior. La realidad del loco contra las sombras chinescas. Proyectar.  Esa es la palabra: proyectar. Proyectar algo.  Oscuridad y aparatos que proyectan cosas, no me atrevo aplaudir. Se prohíbe aplaudir. El hecho de tener que dormir después de un día magnifico, trágico: no se puede entender. Remueve las tripas haciéndote que tengas diarrea. Eres tonto. Cuyo significado esta en los otros. Imágenes sin forma total adaptables a la sombra de cada uno, a su realidad.  O quizás eso,  mera estética.

John Table 

Mamá factótum

Sacrosanto . Mamá muerta y los niños hablando del paleolítico como si mi madre fuera solo huesos. 

27 ene 2011

Necesita amanecer o la máxima de la permutación





¡Mirad!...  ¿Si es aquello el ocaso?   -  Arribamos nuestra esperanza en la máxima.  Justo la voz  que se dice para saber que nada prevalece para siempre por los siglos de los siglos. Todo cambia, todo mana. Que si no fuera así, tan solo habremos llegado a un resultado; apagándose  la luz de nuestra  conciencia, del flujo. Muerte sin discernimiento, sin datación de aquel, nuestro momento     Necesita amanecer o la máxima de la permutación.      -   ¡Mirad!  ¡Mirad!  ¡Mirad a lo lejos! ¡En el horizonte! ¡Un nuevo día que se levanta con ilusión! - 

John Table

25 ene 2011

El impulso que subyace





¡Vete a la cama!
Duerme  ¡Sueña! , vivirás cien años.